Las paredes del palacio se formaron de la nieve a la deriva, y las ventanas y las puertas de los vientos de corte. Hubo más de un centenar de habitaciones en el mismo, como si todos los que se había formado con la nieve soplada juntos. La mayor de ellas se extiende por varios kilómetros, que se encendían todas por la vívida luz de la aurora, y eran tan grandes y tan vacío, tan frío helado y brillante! No hubo diversiones aquí, ni siquiera un balón pequeño oso, cuando la tormenta podría haber sido la música, y los osos podrían haber bailado sobre sus patas traseras, y muestra sus buenos modales. No hubo juegos de agradable complemento dragón, o el tacto, o incluso un chisme sobre la mesa del té, para los jóvenes-lady zorros. Vacío, inmensa, y el frío eran los salones de la Reina de las Nieves. La llama vacilante de la aurora boreal puede ser claramente visto, ya sea que se levantó de alta o baja en los cielos, de todas las partes del castillo. En medio de la sala vacía, sin fin de la nieve era un lago helado, roto en su superficie en miles de formas, cada pieza se parecía a otro, de ser en sí mismo perfecto como una obra de arte, y se sentó en el centro de este lago Snow Queen, cuando ella estaba en casa.Llamó a la laguna "El espejo de la razón", y dijo que era el mejor, y de hecho el único en el mundo.
Kay fue muy poco azul de frío, de hecho casi negro, pero él no lo sentía, porque la reina de las nieves se habían besado fuera de la estremecimientos helados, y su corazón ya era un trozo de hielo. Arrastraba algunas piezas afiladas y plana de hielo de aquí para allá, y los colocó juntos en todo tipo de posiciones, como si quisiera hacer algo con ellos, del mismo modo que tratamos de formar distintas figuras con las tabletas pequeñas de madera que se llama "un rompecabezas chino." Kay dedos eran muy artísticas, sino que fue el partido de hielo de la razón en la que jugó, y en sus ojos las cifras fueron muy notables, y de la mayor importancia, esta opinión se debió a la pieza de vidrio todavía clavada en su ojo. Compuso muchas cifras completas, la formación de palabras diferentes, pero no había una palabra que nunca pudo controlar a la forma, aunque deseaba mucho. Era la palabra "eternidad".La Reina de las Nieves le había dicho: "Cuando usted puede encontrar esto, usted será su propio maestro, y yo te daré todo el mundo y un nuevo par de patines." Pero no pudo lograrlo.
"Ahora me apresuro lejos de los países más cálidos", dijo la Reina de las Nieves. "Voy a ir a buscar en los cráteres negro de las cimas de las montañas de la quema, el Etna y el Vesubio, como se les llama, - Voy a hacer que se vean blancas, lo que será bueno para ellos, y de los limones y las uvas. " Y lejos voló la reina de la nieve, dejando poco Kay completamente solo en el gran salón que fue tantos kilómetros de longitud, de modo que se sentó y miró a sus piezas de hielo, y estaba pensando profundamente, y se sentó tan tranquilo, que cualquiera podría han supuesto que estaba congelado.
Justo en ese momento sucedió que la pequeña Gerda entró por la puerta principal del castillo. Vientos de corte que ardían a su alrededor, pero no ofreció una oración y el viento se dejó caer como si se tratara de ir a dormir, y continuó hasta que llegó a la sala vacía grande, y vio a Kay, quien se lo conocía directamente; voló hacia él y le echó los brazos alrededor de su cuello, y lo sostuvo con rapidez, mientras exclamaba: "Kay, mi querida Kay, te he encontrado al fin."
Pero él se quedó quieto, rígido y frío.
Entonces la pequeña Gerda lloró lágrimas ardientes, que cayó sobre su pecho, y penetró en su corazón, y descongelar el trozo de hielo, y se llevó el pedazo de vidrio que había quedado allí. Luego miró a ella, y ella cantó-
"Las rosas florecen y dejan de ser, pero vamos a ver al niño Jesús."
Entonces Kay se echó a llorar, y lloró por lo que la astilla de vidrio nadando de sus ojos. Entonces reconoció a Gerda, y dijo, alegremente, "Margarita, mi querida Margarita, ¿dónde has estado todo este tiempo, y donde he estado?" Y miró a su alrededor, y dijo: "¡Qué frío hace, y qué tan grande y vacía todo se ve", y se aferró a Gerda, y ella se rió y lloró de alegría. Fue tan agradable para ellos ver que los trozos de hielo, incluso a bailar alrededor, y cuando estaban cansados y se fue a descansar, que se constituyeron en las letras de la palabra, que la Reina de la nieve había dicho que debe saber antes de que pudiera ser dueño de sí mismo, y tener el mundo entero y un par de patines nuevos. A continuación, Gerda besó en las mejillas, y se convirtieron en flor, y lo besó en los ojos, y que brillaban como el suyo, le besó las manos y los pies, y luego se hizo muy saludable y alegre. La reina de la nieve podría volver a casa ahora, cuando quería, pues allí estaba la certeza de la libertad, en la palabra que ella quería, escrito en letras brillantes de hielo.
Luego se tomaron de la mano, y salió de la gran palacio de hielo. Se hablaba de la abuela, y de las rosas en el techo, y mientras ellos iban por los vientos en reposo, y el sol estalló. Cuando llegaron a la selva con frutas rojas, allí estaban los renos les espera, y que había traído otro reno joven con él, cuyas ubres estaban llenas, y los niños bebieron la leche caliente y la besó en la boca. Luego se lleva a Kay y Gerda primero a la mujer de Finlandia, en donde se calienta a fondo en la sala caliente, y les dio instrucciones acerca de su viaje a casa. A continuación se dirigieron a la lapona, que había hecho algo de ropa nueva para ellos, y poner sus trineos en orden. Tanto el reno corrió a su lado, y los siguió hasta las fronteras del país, donde las hojas verdes primeros en ciernes. Y aquí se despidieron de los renos de dos y la mujer de Laponia, y todos de despedida, dijo. Luego los pájaros empezaron a twitter, y también el bosque estaba lleno de verdes hojas jóvenes, y de ahí salió un hermoso caballo, que Gerda recordado, ya que era uno que había llegado a la carroza dorada. Una joven viajaba en él, con una gorra roja brillante en la cabeza, y las pistolas en el cinturón. Era el pequeño ladrón de soltera, que se había cansado de quedarse en casa, iba primero en el norte, y si eso no se ajustaba a ella, la intención de intentar alguna otra parte del mundo. Sabía Gerda directamente, y Gerda se acordó de ella: se trataba de un encuentro gozoso.
"Usted es un buen hombre para ir paseándose de un lado de esta manera", dijo Kay a poco ", me gustaría saber si usted se merece que alguien debe ir a la final del mundo para encontrar".
Sin embargo, Gerda dio unas palmaditas en las mejillas, y le preguntó por el príncipe y la princesa.
"Se han ido a otros países", dijo el ladrón-girl.
"Y el cuervo?" preguntó Gerda.
"Oh, el gallo está muerto", respondió ella, "con su novia de domar es ahora viuda, y lleva un poco de estambre negro y redondo pierna llora muy lamentable, pero es todo eso, pero ahora dime cómo te las arreglaste.. para traerlo de vuelta. "
A continuación, Gerda y Kay le dijo de todo.
"Corta, presión, trampa! Todo está bien en el pasado", dijo el ladrón-girl.
Entonces ella tomó las dos manos, y le prometió que si alguna vez debe pasar por la ciudad, iba a llamar y hacerles una visita. Y luego se alejó hacia el ancho mundo. Sin embargo, Gerda y Kay se fue mano a mano hacia su casa, y mientras avanzaban, la primavera parecía más hermosa, con su vegetación verde y sus hermosas flores. Muy pronto se reconoció la gran ciudad donde vivían, y los campanarios de las iglesias de altura, en el que las campanas sonaban dulces un repique alegre como entraron y encontraron su camino a la puerta de su abuela. Subieron a la habitación pequeña, donde todo parecía igual que antes. El viejo reloj que estaba pasando "tic, tic", y las manos señaló a la hora del día, pero al pasar por la puerta de la habitación vieron que ambos estaban crecido y convertido en un hombre y una mujer. Las rosas en el techo estaban en plena floración, y se asomó por la ventana, y allí estaban las sillas pequeñas, en las que se había sentado cuando los niños, y Kay y Gerda se sentaron cada uno en su propia silla, y se abrazaron por la mano, mientras que la grandeza frío vacío del palacio de la Reina de las Nieves desapareció de su memoria como un sueño doloroso. La abuela se sentó en un sol radiante de Dios, y leyó en voz alta la Biblia, "Si no os hacéis como niños, vosotros de ninguna manera entrar en el reino de Dios." Y Kay y Gerda se miraron a los ojos, y al mismo tiempo entender las palabras de la vieja canción,
"Las rosas florecen y dejan de ser,
Pero vamos a la de Cristo-niño a ver. "
Y ambos se sentaron allí, crecido, sin embargo, los niños en el corazón, y era verano, - el verano cálido y hermoso.
